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Camino de Santiago

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Realizar el Camino de Santiago, la ruta de peregrinación más antigua de Europa y con una carga histórica, emocional y espiritual tan grande, conlleva una serie de responsabilidades, deberes, y algunos derechos, que todo peregrino debe conocer antes de lanzarse a la aventura, desde cualquier punto o ruta que decida hacerlo.

Aunque convertirse en un peregrino del Camino es una decisión propia, se entiende que estar bajo esta figura es un verdadero regalo, un privilegio al que históricamente se ha pretendido darle protección por altas instancias religiosas y monárquicas.

Antiguamente se gozaba de salvoconductos o cartas de recomendación que expedían las órdenes religiosas o casas reales para conceder mayor protección. Sin embargo, al día de hoy, meramente se reconocen ciertos derechos cuya tradición se han mantenido, para ayudar al peregrino a que su recorrido sea más llevadero.

También existen responsabilidades que ameritan que los aventureros tengan un comportamiento propio de alguien que se fortalece íntegramente, caminando, experimentando, y ayudando a quienes se cruzan por su paso.

Derechos del peregrino

Los albergues públicos

El tema de los albergues públicos es muy importante para los peregrinos, sobre todo para quienes hacen el Camino con cierta edad ya más avanzada y que no cuentan con la experiencia de vivir algo similar.

A lo largo del camino de las diferentes rutas a Santiago se pueden encontrar albergues públicos en donde los peregrinos pueden alojarse de forma gratuita. Sin embargo, por tratarse de un recorrido que se realiza tan masivamente, hay ciertos requisitos para poder optar por quedarse en ellos: se suelen otorgar las plazas por orden de llegada, y además, se le da prioridad a las personas que lo estén haciendo a pie, teniendo en cuenta que aquellos que lo hacen en bicicleta o a caballo, tienen la posibilidad de llegar más prontamente al siguiente albergue.

Tradición hospitalaria en el hostal dos Reis Católicos

 Aunque es una tradición antigua, son muchas las personas que aún desconocen que este hostal, ubicado justo al lado de la Catedral de Santiago, ofrece 10 desayunos, 10 comidas y 10 cenas a los peregrinos que presenten la credencial que certifica que han culminado el camino.

Un momento sublime para quienes sean los primeros en llegar, o bien para aquellos que salgan sorteados de entre los mismos peregrinos que a veces optan por esta modalidad para ver quién resulta privilegiado.

Seguro para imprevistos del peregrino

 Se trata de un producto innovador que el turismo de Galicia ha autorizado, para que la compañía Europ Assistance comercialice un seguro Xacobeo, para peregrinos de cualquier parte del mundo que realicen el camino a pie o en bicicleta.

La póliza puede hacerse en varios idiomas, como el inglés, español, francés, portugués, italiano y alemán, y contempla a todos los asegurados asistencia de viaje, traslado a Santiago en caso de enfermedad o accidente, cobertura sanitaria, entre otros aspectos de importancia referida al peregrino.

Deberes del peregrino

Cada año, son miles de peregrinos que se unen a esta experiencia de la cual, tradicionalmente han expresado sentirse renovados y realizados una vez que han culminado el camino.

La responsabilidad de preservarlo, cuidarlo y mantenerlo en las mejores condiciones para las generaciones que hoy y mañana lo vivirán, son, más que leyes establecidas, normas de convivencia y de comportamiento de todo buen peregrino.

  • Mantenerlo limpio: Es fundamental entender que la única constancia que se debe dejar de haber recorrido el camino, debe quedar, en la credencial y en el corazón de cada peregrino. Las marcas pintadas, candados, ofrendas, cintas, solo son, a la larga, obstáculos para los nuevos caminantes. Echar la basura en los contenedores puestos para tal fin, mantener la ruta limpia y segura, es parte de la responsabilidad y deberes principales del peregrino.
  • Ser peregrino a tiempo completo: ayudarse y ayudar a los demás. Un peregrino es una persona que camina hacia un cambio, una transformación física, espiritual y emocional. Por lo tanto, su comportamiento debe ir en concordancia con esta premisa y estar siempre dispuesto a ayudar a los demás, ofreciendo su mano a quien lo necesite durante el Camino.
    Debe estar dispuesto a dar por los otros, si fuera necesario. Si se es veterano en el proceso, orientar a los demás es de gran ayuda, además de respetar las diferentes motivaciones por las cuales los demás estén realizando la peregrinación.

Ser peregrino es un regalo que también implica responsabilidad y compromiso. Disfrutar y crecer integralmente durante el recorrido ayudando a los demás, es parte de vivir tan maravillosa experiencia.